"Después de un día de monte, reclamos en Los Tojos y aunque tarde, eran cerca de las cuatro de la tarde, preguntamos si podíamos comer algo y no invitaron a entrar al comedor. Doy fe de que comimos: un cocido montañés de antología y un chuletón de vaca de los de antes, esquisto, del postre no puedo hablar, a pesar de disponer de una variedad de delicias, no podíamos comer más. Nos atendieron muy bien, con cercanía y amabilidad. No duden en visitar el sitio. P.D. me olvidaba, el carajillo de anís estaba buenísimo, vamos, repetí."