Keller - Menu

Escombro asqueroso de comida. Ni los perros se lo comen. Parece un comedero de termeras. Ni se os ocurra reservar. Engaña bobos

Vergonzosa esperiencia. El menú del día es vergonzoso, entre el primer plato y el segundo , una barbaridad de tiempo. No volvemos más.

Me gusto mucho el ambiente, personal agradable, en especial Nicoleta y Fabiola, simpáticas, buena comida, las cañas son generosas y precio especionales. Sin duda volveré

Estuvimos un domingo a las 15.30 y la camarera muy amable. Nos sacó algo para picar mientras esperábamos. La comida muy buena el servicio estupendo. Todo a muy buen precio 15 €.

Por encima de todo la atencion de sus camareras.... en especial Nico. Su sonrisa y buen hacer hace que la cerveza bien tirada y el pincho se convierta en un momento especial del dia. Así da gusto.

Bar perfecto para el cervecero y comer con una genial calidad-precio. Ofrecen menú del día casero y rico. Tambien ofrecen desayunos con productos locales. El local está reformado y es acogedor, tiene terraza y comedor. Personal muy amable y atento.

Local bien decorado Cameros atentos La comida deja mucho que desear El menú es para no volver Las bravas no hay quien se las coma Los pinchos morunos son de cerdo Bastante cara la bebida No he probado nada que me gustara y he ido varias veces Variedad de cerveza y poco más

Fuimos a cenar en familia. La carta es para cena informal. Hamburguesas, pepitos.... y algún plato un poco más elaborado. Pedi tartar de atún y no tenían, cambie por un pulpo a la brasa y estaba muy rico. El camarero correcto pero o no estaba en su mejor día o parecía un poco inexperto, pero no inadecuado. Precio ajustado a los platos. Ideal para cena informal con amigos

En el centro de la ciudad: moderno, excelente ambiente y música. Superlativa atención de meseros: amables, solícitos, educados. Café muy bueno. El desayuno con tostadas, manteca, mermeladas y el agregado de una tabla de quesos: increíbles! : curados, gorgonzola, con pasa de uva, saborizados : hay que probarlos: todo inmenso, generoso, imperdible. Plagado de lugareños que charlan a viva voz con el camarero. Al salir , la procesión del Domingo de Ramos: un inesperado regalo !! Una joya descubierta camino a Madrid desde Cuenca. Volveremos!