"Vi por casualidad este restaurante buscando restaurantes en Tres Cantos con buena puntuación en las reseñas, y cómo casi todo, tienes sus luces y sus medias sombras. ME ENCANTÓ: el tartar de atún; milhoja deconstruída (postre). ME GUSTÓ MUCHO: gyozas de pato, aunque había partes de la pasta que quedaban duras, y no tenía boletus, aunque así las describían; croquetas de rabo de toro también muy ricas, aunque la salsa de mayonesa no era exactamente lo que le pegaba, yo hubiera esperado un punto dulce, quizás en unos puntitos de salsa extra. SIMPLEMENTE ME GUSTÓ: calamar con arroz negro; solomillo ahumado (no era el ahumado tradicional, simplemente el humo de la campana, que no le aporta el mismo sabor ahumado que al hacerlo durante horas); tarta de queso normalita, sin sabor a queso semicurado/curado que a los amantes de las tartas de queso, nos gusta encontrar. El precio algo elevado, porque quizás pedimos un plato de más, pero para repetir y pedir los platos que más nos gustaron y/o algún otro que no hayamos probado. Sobre todo destaco el tartar de atún: siendo muy fan de la cocina japonesa, estaba muy bien aliñado, y el corte también muy bueno. La atención magnífica, y el lugar/decoración muy bonito. Volveremos."