Bodeguita Nicomedes

If you are a tourist visiting Italica, don't go to the poor quality restaurants opposite, walk 5 minutes to this beautiful, delicious and super friendly local bar

Un a lugar digno de visitar y disfrutar de su trato familiar y sus comidas caseras. Generaciones de familia trabajan juntos para ofrecer lo mejor. Mosto de calidad, y tapas exquisitas.

Trato excelente, los camareros atentos,muy amables y profesionales. Cocina Casera, vinos de temporada, entorno agradable. Baños limpios, no se puede poner una pega. Absolutamente recomendable.

Fatal,el trato del camarero o dueño diciendo que si no te interesa que me vaya me parece de otra épica y si dice que es familiar que monte un club privado y no abierto al público,las tapas normales

A really wonderful community restaurant. The owner enjoys his work and made us very welcome. He was kind enough to to translate everything to English because we speak no Spanish. The food and wine is delicious authentic Spanish.

Estupenda bodeguita con una decoración muy tipica al igual que sus tapitas y carta. Comida muy buena,todo muy casero y bien preparado.Era la primera vez que escuchaba lo del cafe de pucherito aunque es algo tipico. El vino ribera que tienen para vender es una pasada y lo tienen muy bien de precio.

Lugar pequeñito pero muy peculiar, los camareros muy atentos y agradables. Recomiendo los buñuelos de bacalao (muy buenos) y la ensaladilla de pulpo (para mi gusto estaba espectacular). Por otra parte, aunque las espinacas tienen fama, he de decir que las he probado mejores.. El precio nos pareció elevado para lo que pedimos.

Calidad inferior a la esperada en las comidas y un consejo, preguntar por los precios de lo que tienen fuera de carta. Estoy convencida de que nos han cobrado de más. Las tapas de la pizarra el doble del precio de las tapas del menú (siendo igual de tamaño) y el plato de ensaladilla igual de caros que los platos combinados... Algo falla. Lo siento, pero no repito y aviso para forasteros: pregunten precios antes de pedir

Excelente bar, templo del Mosto de Umbrete, de Bodegas Salado. Abierto únicamente para rendir culto al mosto, desde noviembre hasta Viernes de Dolores, como mucho. Para acompañar al mosto, todo un catálogo de casquería, patatas con chorizo y buenos fritos, delicioso dulces. Decoración muy curiosa, añeja, con mucho aire. Especial atención a las auténticas obras de arte del propietario Nicomedes, lo que hace con las botellas. Inolvidable.