"Local acogedor a mucha falta de calefacción. Trato/servicio genial. Pan gallego no hay, ni empanada. Eso no debería faltar ni por cambio de carta. Bebidas nada baratas, algo normal en hostelería, pero que no tengan vino d dl Norte.., es imperdonable. Ensaladilla novedosa, quizás, demasiado sabor a humo. Arroz sabroso, elevado de precio para el plato. “Croquetas” buenísimas, pero son bolas, no llamarlas croquetas por favor. El que debería ser el rey de la casa, el Pulpo Feira, desgraciadamente nada extraordinario al igual q los mejillones, muy normales para lo q debería ser una cocina gallega. Las zamburiñas curiosas para probar. Pimientos del Padrón, unos no pican y los otros tampoco. Postres de la tierra, no habían. Resumen; nos esperábamos más, éramos bastantes, o ese ha sido el error, tener expectativas en una cocina gallega que en este caso, no nos ha sorprendido."