"Nostalgia, proyectos y muchos recuerdos, es lo que oí cuando volví a pisar el suelo del restaurante, parecía que el tiempo se había detenido, que sólo habían pasado unas horas, unos días, todo seguía igual, a media luz, las mesas muy juntas, el ruido de fondo, los taburetes... Eran los años ochenta, y, iba a menudo con mi pareja, enamorados y llenos de sueños por cumplir, hacían las mejores maderas de quesos, patés y embutidos de toda la comarca, y no quiero dejarme las croquetas, ni la tortilla de patatas, BONISIMAS!! Fuimos a mi hija y mi marido, la calidad de la comida sigue siendo excelente!! Todo es muy bueno, no la cantidad pero, que ahora es más bien escasa, y el precio ya no tiene nada económico, creo que necesitaría un pequeño lavado de cara, una mano de pintura, un poco más de luz , personalización en el servicio,.... Sin embargo pasamos un rato agradable recordando viejos tiempos, en la mejor de las compañías..."