La Posada Del Mar - Menu

El encargado muy simpático y una comida muy rica! recomendado. A dos pasos de la playa

Siempre repetimos! Por su gente y su comida, espectacular! Si visitas Luanco, “La posada del mar” es un clásico! Gracias familia!

Increíble restaurante para ir a comer. Fui solo, me atendieron perfectamente, pedí un cachopo de ternera que estaba riquísimo. La atención de 10. Repetiré seguro.

Restaurante calidad precio, buena cantidad de calamares, el paté exquisito con una cesta de canapés para que puedas untarlo, y el cachopo estaba bueno, todo esto fue compartido entre dos y no nos quedamos con hambre.

Nos tocó comer en el bar, abajo y aunque no era el sitio más bonito del mundo la comida fue muy agradable con la compañía de Toño y su hija. Toda la comida estaba deliciosa y te recomiendo que te dejes asesorar por Toño porque conoce su producto.

No he visto un personal tan amable ,por lo que se ve es un negocio familiar,los empleados tienen muy buen umor y hacen reír muchos a las niños/as ,el cachopo que por cierto avía de carne y de pescado pero nos gusta mas el de pescado vamos que estaba buenísimo y los chipirones mejor.

Íbamos a ir a otro sitio en Luanco que casualmente había cerrado, asique nos encontramos de casualidad con este lugar. Parece un lugar familiar, la que entendemos que era la hija, la camarera, era muy correcta en el trato. La comida estaba buena y no fue demasiado caro, el pan estaba increible. Hice una foto al cuadro de la pared porque yo tengo uno de puzzle igualito y me dio recuerdos!

Íbamos a ir a otro sitio en Luanco que casualmente había cerrado, asique nos encontramos de casualidad con este lugar. Parece un lugar familiar, la que entendemos que era la hija, la camarera, era muy correcta en el trato. La comida estaba buena y no fue demasiado caro, el pan estaba increible. Hice una foto al cuadro de la pared porque yo tengo uno de puzzle igualito y me dio recuerdos!

No tengo palabras para definir este restaurante, lo mejor de Asturias. La comida de calidad, no perderse el cachopo de merluza, de 10 no, lo siguiente, al igual que el de ternera, brutal, los dos para compartir, y de postre una fenomenal tarta de queso. Toño, el propietario, y sus hijas excepcionales en el trato y servicio, muy cercanos y te hacen sentir como si fueses habitual. Hay que reservar y mejor con días, aunque nosotros fuimos sin reserva y nos colocó en un hueco que tenía. Nos gustó tanto que reservamos para cenar como despedida de Asturias. Gracias Toño y familia por todo.