"El ambiente es brutal, gente majisima, super acogedora y muy atentos con los críos. Mi hija no quería irse de allí, comimos unos trozos de empanada que estaban muy ricos, y un revuelto que también estaba muy bueno,y el camarero es un encanto! La verdad que es un sitio para parar, donde te encuentras muy agusto y te apetece volver Kid-friendliness: Con los niños son una pasada tanto el camarero que imagino sea el dueño, como la gente del pueblo que estaba allí."