"¿Por qué empezar...? Era la primera vez, quizás nuestro error fue pensar que íbamos a comer a un restaurante gourmet. Elegimos el menú por 29€, pan y copa de vino... El entorno, bastante chic. El servicio, muy frío, sin comunicación, tienes que obligar al encargado de la sala a hablar contigo. ¡¡Ella nunca te preguntará si estás bien!! La cocina ! Esto es un placer... ¡pero desafortunadamente no en el buen sentido de la palabra! A esperar, como aperitivo, dos pobres trozos de chistorra, ¡uno pequeño y otro más grande! Enseguida entendemos que el chef es creativo y ama su trabajo... El resto de la comida es la misma que encontrarás en cualquier otro restaurante por 18€ como máximo. Ningún placer, nada nuevo y en cuanto a sabor... ¡falta poco para el postre! Obviamente a la salida, ¡no gracias! Pero lo esperábamos... Y el extra, cuando vayas al fondo, fíjate en el parking, que hace mucho tiempo que no lo limpian, botellas de plástico, latas...muy bonita imagen para el restaurante. Entonces sí, soy un poco dura, pero este trabajo, que conozco muy bien, se compone de muchos detalles de respeto y amor al cliente y ahí, se compone… ¡de poco! ¡TRISTE!"