"El primer día que llegamos a Punta del Moral, dimos una vuelta para encontrar un sitio en el que cenar. Encontramos este bar y nos sentamos en una de las pocas mesas que había libres, ya que estaba bastante lleno. Al principio tardaron mucho en atendernos y cuando lo hicieron la camarera, que estaría cansada o cualquier cosa, no nos atendió con mucho ánimo, aunque con respeto, tenías que agudizar muy bien el oído para poderla escuchar. Por lo demás bastante bien, ya que la comida estaba buena y apetecible, nosotros pedimos: tomates aliñados, coquinas, boquerones y chocos, para cuatro personas era suficiente, comimos bien."