"Habíamos ido a tomar un café o una bebida disfrutando de la magnífica terraza con vistas a toda la cordillera y esa espectacular puesta de sol, pero finalmente podríamos probar su comida seguido por el espectáculo el sábado. Nos encantó. Pedimos varias entradas y un chuleton de 1kg para compartir. todo muy bueno y bien preparado. los nachos, la saladilla con aroma de trufa, el pulpo a la brasa, muy bueno. Pensé que la ensalada de burrata era un poco insípida, pero los otros también lo tienen. la carne en su punto, y la que goteó la zapatilla, porque fueron dejados a su goteo. los postres ricos. el pastel de queso, de llorar bien. Entonces cantó a un tipo muy agradable acompañado de una muy buena batería. Le pediste temas y si los conocía, los tocaría. todos con muy buen rollo mentiríamos ver el atardecer. Lo único pero veo es que los camareros estaban sobrecargados porque estaba totalmente lleno de grandes mesas. Dejamos toda una cerveza en el mantel, se lo dijimos, y allí se quedó. No lo limpiaron ni cambiaron el mantel ni nada. De lo contrario, lujo."